domingo

Baja por Fibromialgia


Me parece vergonzoso que la Seguridad Social sea capaz de decir que esta mujer no presenta reducciones anatómicas o funcionales que disminuyan o anulen su capacidad laboral.

Cómo se nota que no saben que esta enfermedad te deja débil desde que te levantas hasta que te acuestas y que, por muchas pruebas que te hagan, no encuentran nada que diga por qué se produce. Y, encima, padeciendo unos dolores infernales. Entiendo perfectamente el caso de esta mujer.

Tengo 25 años, mi madre la padece hace más de 3 años y hasta hace poco no sabía qué eran esos dolores constantes. Es triste que una persona se tire toda su vida trabajando para que luego, en la Seguridad Social, te digan que sólo cuentan los últimos años cotizados y que no te queda nada...

Mi madre ha pasado ya dos veces por un tribunal y va a por la tercera, pero ya no es por el dinero, sino por la indignación de que no reconozcan la enfermedad.

Es triste ver a una persona fuerte que no es capaz de levantarse de la cama, vestirse, coger peso, porque los brazos los lleva arrastras. La última vez que fue al tribunal, el abogado le dijo que no era necesario que trabajara con los brazos. Entonces, ¿cómo pretende que trabaje... prostituyéndose?

Ya no es sólo la enfermedad, es lo que arrastra y la depresión que padece de ver que nada tiene sentido y de que no hay justicia...

A mi madre le dan una ayuda mínima y vergonzosa que se gasta en medicamentos, porque cada dos semanas la cambian de tratamiento. Si necesitan firmas o ayuda para intentar que esto se llegue a reconocer o haya alguna ayuda, estaría muy agradecida. Vanessa Jorge.

Mi madre, hace 6 o 7 años, sufrió una negación de este tipo. Además, siendo autónoma, se lo pusieron aún más difícil. Tras casi un año de baja, tuvo que acogerse a la jubilación anticipada con 60 años, porque no se veía capaz de desarrollar su trabajo con normalidad (anudadora-pasadora textil) y los tribunales no le reconocían su enfermedad (fibromialgia, osteoporosis, tendinitis crónica...).

Así que ahora acaba de cumplir 65 años y después de cotizar más de 35 años le queda una pensión ridícula (400 euros). Como es comprensible, sobrevive gracias a que mi padre, también pensionista, cobra un sueldo más digno. Es triste, ¿verdad?

Soy hija de una incomprendida más de esta sociedad que aplica las leyes sin estudiar o sin conocer a fondo las enfermedades y los casos particulares de los ciudadanos. Anna Aparicio Gil.

Desde hace varios meses, mi madre lucha sin cesar para poder conseguir la baja laboral que le corresponde. Padece artrosis, artritis, fibromialgia y hace cuatro años la operaron de cáncer de colon.

Si todo esto no fuera suficiente, está siendo tratada por depresión, lleva más de cinco meses con continuos dolores en el pecho, una acumulación de grasa en el cuello y el brazo izquierdo no lo puede levantar más allá de la altura del hombro.

Y tenemos que aguantar que un tribunal compuesto por una sola persona y que en ningún momento se identificó decidiera que mi madre, que además pertenece al régimen agrario, poseía todas las capacidades para desempeñar su trabajo.

Y ya lo último fue tener que leer la excusa de la negación de dicha baja: por no haber terminado su tratamiento con la fibromialgia. Señores, la fibromialgia es para siempre, es crónica y el día que mi madre termine el tratamiento ya no necesitará baja, porque estará muerta.

No sé si nos toman por tontos o algo parecido, pero llevan meses hablando con ella para que haga entender a su familia el tipo de enfermedad que posee y ahora son ellos los que parecen que no saben ni de qué están hablando. Si necesitan algo más, mi dirección es: aguizi@hotmail.com. María Luisa Rodríguez.

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